FIGURAS EN UN JARDÍN: EL EFECTO DOMINÓ. SOBRE ÚLTIMO DÍA CADA DÍA, DE ADRIAN MARTIN
Por Cristina Álvarez López
Tras una primera lectura, uno puede pensar que Último día cada día es, fundamentalmente (y como su subtítulo parece indicar), un recorrido por el pensamiento figural a partir de una serie de autores clave. En efecto, el libro dibuja un trayecto que puede leerse como un intento de historización, pero uno que no pretende ser exhaustivo, cerrado o cronológico. La historia que esboza Último día cada día es solo una de las muchas posibles; una historia muy personal y, en cierto modo, única; una historia que toma como base una serie de fragmentos de textos que, tal y como Martin reconoce, están “dispuestos, más o menos, en el mismo orden en que llegaron a mí, el orden en que me encontraron” (pp. 1-2).